1. El Fantasma de Canterville y otros relatos de Oscar Wilde
Calificación: 3/5 estrellas
El fantasma de Canterville es uno de los más icónicos relatos cortos de Oscar Wilde. Se trata de una parodia de la literatura gótica, una sátira de las clásicas historias de castillos embrujados que pululaban en Inglaterra durante el siglo XVIII. En él, una sofisticada familia americana se muda a un antiguo castillo embrujado en el que habita un fantasma que intentará alejarlos de la propiedad aterrándolos. Sin embargo, para desconcierto del fantasma, la familia no siente ningún miedo ante sus artimañas, sino que sus miembros expresan tedio y lástima por aquel ser alienado del mundo. Si bien es un relato sencillo, se lo recuerda por la manera singular con que subvierte las expectativas literarias de su tiempo.
El resto de los cuentos de esta edición son una selección casi completa de tres de las antologías tempranas del autor: "El príncipe feliz y otros relatos" (1888), "Una casa de granadas" (1891) y "El crimen de Lord Arthur Saville y otras historias" (1891). Muchos de estos relatos son de corte infantil y fantástico, mientras que otros son más complejos y elaborados. Destacan "El pescador y su alma" y "El crimen de Lord Arthur Saville". En general, son cuentos interesantes, bien escritos, pero que carecen de profundidad.
Un elemento que caracteriza a la literatura del autor es su formación católica: todos sus mensajes son sobre culpa y sacrificio, y su visión del mundo se supedita enteramente a estos dos conceptos.
2. Cuento de Invierno de William Shakespeare
Inspirado en el romance pastoral titulado "Pandosto" de Robert Greene, este relato de malentendidos y tragedias tiene una estructura irregular, pero destaca por su complejidad y lo completo de su trama.
Leontes, rey de Sicilia, acusa a su amigo de la infancia Polixenes, rey de Bohemia, de seducir a su mujer Hermione mientras ésta se encuentra embarazada. Le ordena a un noble de su Corte, Camilo, que envenene a Polixenes pero, en lugar de cumplir con dicha misión, éste le confiesa al rey el plan macabro y ambos se exilian en Bohemia. Hermione será encarcelada y su hija abandonada en el campo. Como consecuencia de la angustia que la situación provoca, tanto el hijo como la esposa de Leontes fallecerán.
Dieciséis años después, el hijo de Polixenes decide casarse con una campesina, despertando así la ira de su padre. Pronto descubrirán que esta muchacha no es otra que la hija perdida de Hermione y Leontes.
Una obra de teatro compleja, muy desgarradora en su primera mitad pero más leve en la segunda, poseedora de personajes memorables y diálogos de inmensa belleza poética.
Sin dudas, una de las mejores de William Shakespeare.
3. Leviathan de Scott Westerfeld
Esta historia es un retelling alternativo de los eventos históricos que desencadenaron la Primera Guerra Mundial. Iniciándose con el asesinato del Archiduque Franz Ferdinand de Austria, sigue las aventuras de Alek, su hijo ficcional (basado en los dos herederos reales del aristócrata, Max y Ernst) en su huida lejos del Imperio.
En el mundo de "Leviathan", los alemanes poseen un avanzado armamento mecánico y los ingleses crean tecnología a base de seres vivos (animales modificados genéticamente). Si bien la historia es entretenida, encuentro muy poco del "Steampunk" que suele adjudicársele. Es una trilogía, pero dudo que continúe leyéndola. Está plagada de clichés de la literatura juvenil.
4. Medea de Eurípides
Medea es una de las mejores y más modernas obras teatrales de la Antigua Grecia. Narrada como apéndice de la leyenda de Jasón y los Argonautas, trata la venganza de la hechicera Medea contra Jasón luego de que éste la abandonara para casarse con la hija de Creonte, rey de Corinto.
Sin embargo, la obra se centra en el tormento psicológico de Medea, las razones detrás de sus actos y nos presenta un retrato compasivo hacia la mujer, que se rebela contra todos los cánones establecidos por la sociedad de su tiempo.
La intensidad emocional de los diálogos, la brutalidad de la violencia que ellos describen y lo intrincado de su trama la han convertido en una de las obras de teatro más estudiadas y representadas de todos los tiempos. Pese a que fue muy cuestionada por los propios griegos y se intentó censurar o modificar alguno de sus aspectos más controvertidos a lo largo de los siglos, permanece vigente como una de las piezas literarias más influyentes jamás escritas.
A partir del siglo XX, con el despertar del movimiento feminista, se ha interpretado a esta obra como gestora de un espíritu antipatriarcal, radicalizado, insospechado para la Atenas del siglo VI a. C.
Definitivamente, uno de esos clásicos que todos deberían leer alguna vez.
5. Las flores del mal de Charles Baudelaire
La obra fundamental de uno de los "poetas malditos" franceses, llevados a juicio por obscenidad durante el siglo XIX, es uno de los lazos esenciales entre la poesía romántica y el simbolismo pre-moderno: Las flores del mal (Les Fleurs du Mal).
Los poemas que contiene son de temática variada: el amor, la muerte, la crítica social, la religión, la corrupción de la ciudad de París, el erotismo (cuestión que aparece de manera insistente en casi todos sus poemas), etc. A pesar de que la extensión y la calidad de las piezas que componen este compilado son irregulares, todas se caracterizan por la búsqueda de la exacerbación emocional y el impacto visual de sus metáforas.
En lo personal, considero que los más interesantes son aquellos que muestran una fuerte influencia de la Antigüedad Clásica. También me resultó significativa la constante alusión a otras figuras artísticas contemporáneas, lo que demuestra lo inmerso que estaba Baudelaire en el zeitgeist cultural francés de su tiempo.
Una pieza literaria fundamental, muy útil para comprender la mentalidad romántica de la segunda mitad del siglo XIX
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