Voltaire es reconocido como uno de los más grandes pensadores de la Ilustración francesa. Historiador, filósofo, poeta, novelista y ensayista, su carrera literaria se extendió por casi todos los medios de expresión disponibles en su época. Cultor de la separación entre la Iglesia y el Estado, defensor de la libertad de expresión y de creencias, buscaba oponerse a la intolerancia y el dogma religioso tan prevalente en la Europa del siglo XVIII.
Durante su extensa y controvertida carrera, publicó una importante cantidad de textos que defendían su visión del mundo, ganando una gran fama y numerosos enemigos, e influyendo directamente en los eventos que desembocaron en la Revolución Francesa. En la actualidad, muchos consideran que su obra más importante fue su novela satírica titulada Candide (Cándido o el optimismo), unos de los más directos ataques filosóficos destinados a uno de sus rivales: Gottfried Leibniz.
¿Sobre qué trata Cándido o el Optimismo?
Cándido es el sobrino bastardo del Barón de Westphalia, enamorado de la hija legítima de éste: Cunegunda. Su tutor, el profesor Pangloss, es un filósofo ("metafísico teólogo cosmolonigólogo") que intenta indoctrinar al muchacho bajo el precepto de que él vive en el "mejor de todos los mundos posibles".
Sin embargo, una serie de hechos fortuitos pondrán en cuestionamiento la veracidad de dicha afirmación. Estos incluyen: el robo y asesinato de la casa real, el exilio forzado, un brutal terremoto, un tsunami, un incendio, un asedio por los bárbaros, la tortura salvaje de su amada y miles de pequeños y encadenados infortunios que poco a poco van destruyendo el alma del pobre Cándido y eventualmente lo llevan a rechazar la idea de que se encuentra en el "mejor de todos los mundos posibles".
La trama es ligera, vertiginosa, fantástica y por momentos excesivamente absurda, plagada de referencias culturales de su tiempo y dada al humor sarcástico y a las observaciones incisivas.
Ideas filosóficas que sirvieron como base de la novela
El objetivo principal de Voltaire era satirizar y echar por tierra la filosofía del "Optimismo" de Gottfried Leibniz, un pensador de la Ilustración fuertemente influenciado por la lógica matemática que intentó explicar a través de ella muchos de los fenómenos del mundo natural.
La principal tesis del Optimismo Leibniziano, sostenida en su esayo Teodicea de 1710, era que todas las imperfecciones del mundo se encontraban justificadas debido a que formaban parte del mejor de todos los mundos posibles. El fundamento detrás de esta afirmación era la idea de que el mundo en que vivimos sólo puede ser el mundo más balanceado posible porque fue creado por un Dios omnipotente y omnisciente, quien no elegiría crear un mundo imperfecto si existiese la posibilidad de fabricar un mundo mejor. Por lo tanto, lo que identificamos como defectos deben existir en todos los mundos potenciales, de lo contrario Dios habría elegido excluirlos.
Leibniz buscaba conciliar la filosofía con la religión, mostrándolas a ambas como inseparables, en oposición a una corriente creciente de pensadores del siglo XVIII que ponían en jaque a ésta como sistema para explicar el mundo (fue el momento en que inició la secularización de Occidente). Esgrimiendo dicho argumento, Leibniz se propuso poner fin a las controversias, cosa en la que fracasó épicamente.
Mediante la representación de calamidades interminables, Voltaire demuestra que existe un mal metafísico, medible e irredimible, que no es diseñado por Dios, sino creado por los propios seres humanos. En esencia, defiende la idea del "libre albedrío" que tan importante se convertiría para el Occidente moderno.
Una publicación controvertida
Si bien la novela se publicó en 1759, Voltaire no admitió su autoría hasta 1768. Durante esos nueve años, la novela estuvo firmada con el pseudónimo de "Dr. Ralph". La principal razón para este secretismo fue que a la obra la denunciaron inmediatamente las autoridades seculares y religiosas. Las primeras se oponían al cuestionamiento de la autoridad del Gobierno, mientras que las segundas a las burlas sobre la Iglesia. No obstante, en menos de un año se vendieron más de 33.000 copias de Cándido, cifra impensada para su época, convirtiéndola en uno de los primeros best-sellers europeos.
En las décadas subsecuentes, la reedición de la novela fue prohibida por numerosos parlamentos europeos (en Estados Unidos estuvo censurada hasta la década de 1930) y se la incluyó en la lista de libros prohibidos de la Iglesia Católica, el famoso Index Librorum Prohibitorum del Vaticano.
Preguntas que nos deja: ¿Es el bienestar humano una ilusión?
Uno de los cuestionamientos que hace Cándido respecto al universo en que vivimos es la posibilidad de que el bienestar humano no sea más que una ilusión. Si bien el propio Voltaire tenía un origen nobiliario, era capaz de ver -al igual que muchos otros pensadores de la Ilustración- la miseria y el dolor ajeno que lo rodeaba. ¿Existe progreso en una sociedad que se encuentra podrida hasta sus cimientos?
Una de las causas de este malestar, según el propio autor, tenía que ver con la fe en la Providencia para sostener la felicidad, la paz y la abundancia del Hombre. Que sólo porque existe un Dios, éste busca lo mejor para nosotros y nos regala la existencia en el "mejor de todos los mundos posibles". Una suerte de comodidad metafísica que nos incentiva a la inacción y la aceptación pasiva.
Por el contrario, como gran defensor de la idea del progreso, el autor encarna en su protagonista un defecto fatal que nunca se modifica ni siquiera hacia el final de la novela: la fe ciega, ingenua, sin capacidad crítica. Así como Cándido absorbió sin filtro las instrucciones de su profesor Pangloss, Voltaire nos advierte sobre el peligro de aceptar ideas que no han sido cuestionadas ni puestas a prueba.
Por lo tanto, el verdadero progreso es el que surge como resultado del uso de la Razón, de cultivar una mentalidad crítica y de buscar soluciones racionales a los problemas del mundo. La verdadera libertad no viene dada por Dios, por la Iglesia, por el Gobierno, por el Rey o por ninguna fuente externa a la cual obedecer. Viene dada por el uso juicioso y responsable de la propia mente.
Por qué leer a Cándido o el optimismo
Como toda literatura del siglo XVIII, su estilo puede resultar un poco anacrónico para los gustos modernos. En lo personal, encuentro que el ritmo de la novela es demasiado agitado -la trama avanza excesivamente rápido, casi hasta el punto de marear al lector- y que algunos de sus personajes son increiblemente superficiales. Esta es una de las características de la sátira de su época: la mofa sin tregua y sin profundidad basada exclusivamente en los conceptos aplicados.
Sin embargo, es una novela imprescindible que te permitirá introducirte al arte de la sátira literaria, comprender mejor la mentalidad de los pensadores de la Ilustración francesa, cuestionar la veracidad de los dogmas religiosos y hacerte preguntas personales sobre la naturaleza metafísica del bien y el mal.
En el fondo, se trata de un clásico infaltable en la biblioteca de todo lector de la literatura universal, uno de los más influyentes de todos los tiempos y la fuente de inspiración de la mayoría de los escritores postmodernos de la segunda mitad del siglo XX.
¿Leíste Cándido o el optimismo de Voltaire? ¿Qué te pareció? Contame en los comentarios :)
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