Una de las herramientas más útiles para organizar nuestra vida lectora es lo que suele llamarse "diario de lectura" o "reading journal". Debido a su practicidad y al potencial que tiene para mejorar la calidad de nuestras lecturas, te propongo utilizarlo este 2025 para sacar el mayor beneficio a tu hábito lector. Si nunca has tenido uno, el año nuevo es la excusa perfecta para empezarlo.
¿Qué es un diario de lectura?
Un diario de lectura es un espacio personal en el que un lector registra sus pensamientos, impresiones, reflexiones y perspectivas acerca de los libros que ha leído. Nos proporciona un inventario de los textos que han pasado por nuestras manos y, al mismo tiempo, nos permite capturar la experiencia de lectura en tiempo real.
Si se utiliza en su plenitud, ayuda a que comprendamos mejor nuestras respuestas instintivas a las obras literarias, las motivaciones detrás de nuestro acto de leer y las dificultades que puedan generarse en el proceso. Aunque no esté hecho para ser compartido con nadie, si eventualmente te interesa reseñar o escribir una opinión pública de un libro, es una base que te permitirá iniciar ese proceso. Podés llevarlo en un cuaderno común, en una agenda o de manera digital.
¿Por qué deberías crear un diario de lectura?
A pesar de que guardar un registro de lo que se lee significará un trabajo adicional, existen numerosos beneficios en hacerlo. En primer lugar, lograrás perfeccionar tu comprensión lectora, ya que detenerte a poner por escrito la lectura te forzará a reflexionar acerca del contenido de la misma y a organizar tus pensamientos respecto a ella.
En segundo lugar, desarrollarás tus habilidades de escritura, síntesis y expresión personal. Dado que se trata de un documento privado, podés ser tan explícito como desees y ejercitar tu creatividad como mejor que plazca. Esto te ayudará a encontrar inspiración en los libros que pasan por tus manos y expresar tus sentimientos con completa libertad.
Por otro lado, la estructura del hábito te ayudara a cumplir con metas y retos lectores, seguir la pista de todos los libros que leíste en el año y ver el grado de avance que estás teniendo en tus objetivos. Consideralo como una extensa lista de seguimiento de lecturas.
Cómo crear un diario de lectura
1. Elegí un cuaderno apropiado
En lo personal, opino que la mejor manera de llevar adelante este tipo de registros es en formato papel y escrito de tu puño y letra. Si bien existen numerosas herramientas digitales que podés utilizar en tus dispositivos o libros prediseñados ofrecidos por las editoriales, es más útil crearlo por cuenta propia. Así tendrás un mayor control sobre el contenido, la extensión y la configuración del mismo.
Es importante que consigas un cuaderno apropiado para tal fin. Éste debe ser de tapa dura, con hojas resistentes y lo suficientemente portátil como para acompañarte en tus sesiones de lectura. Deberá permanecer siempre cerca para que podás vertir tus pensamientos en él apenas sientas la necesidad de hacerlo.
2. Planificá las secciones que incluirá
Tu diario de lectura puede ser tan sencillo o tan complejo como te guste. Puede constituirse de una simple lista de libros leidos o puede incluir una ilimitada cantidad de secciones a ser completadas. Algunos elementos que quizás te interese agregarle pueden ser:
- Ficha del libro: Título, autor, fecha de publicación, cantidad de páginas.
- Días de lectura: Cuándo empezaste y terminaste el libro.
- Resumen: Una breve síntesis de la trama.
- Temas y motivos: Aquellos que más hayan llamado tu atención.
- Citas: algunas de las frases memorables que encontraste.
- Reflexiones: Tus pensamientos, opiniones y sentimientos acerca de la lectura.
- Rating: Tu calificación del libro, sea con estrellas u otro sistema.
- Listas: De libros leídos, mejores del año, lecturas pendientes, etc.
Tus páginas pueden ser tan básicas o elaboradas como te parezca. Lo importante es que, si elegiste un formato, lo continúes en el tiempo. Esta consistencia te ayudará a mantener el hábito de registrar lo que leés en tu diario de lectura.
3. Desarrollá un tracker de lecturas
Supongamos que te gustaría leer cierta cantidad de libros en el año o que tenés una extensa lista de novelas pendientes en tu biblioteca esperando ser consumidas. Si armás un tracker o seguidor para ir controlando tu avance a medida que transcurre el tiempo, podrás verificar si estás llegando a tus objetivos. Puede ser tan fácil como ir marcando con una cruz los libros de una lista a medida que los vas leyendo, o complejizarse hasta tal punto que cuentes las páginas terminadas cada día. En cualquier caso, es una herramienta muy importante para obtener información útil.
4. Establecé tus metas de lectura y el mecanismo para medirlas
¿Te interesa leer más novelas que el año pasado? ¿Adentrarte en la poesía y los relatos cortos? ¿Darle una oportunidad a escritores de un país o cultura específicos? ¿Querés consumir libros más extensos o explorar la obra de ciertas minorías? Cualquiera sea tu meta, ponerla por escrito e ir chequeando en distintos momentos del año qué tan cerca o lejos estás de alcanzarla, es un uso fundamental de los diarios de lectura.
5. Hacé listas de libros favoritos
A medida que vayas concluyendo y calificando distintas obras literarias, es bueno depurar aquellas que te resultaron más destacables. Sean tus favoritos de ese año o de un período específico, dichas listas nos ayudan a mantener siempre presentes aquellos libros que causaron una impresión muy agradable en nosotros.
6. Escribí tus pensamientos a medida que leés
A veces, un pasaje literario suscita ideas particulares que merecen ser inmortalizadas. Quizás ciertos personajes te hicieron cambiar tu perspectiva del mundo. Es posible que algunas frases se hayan marcado a fuego en tu pecho, conmoviéndote en lo más profundo. Tener el cuaderno a mano e ir transcribiendo estas vivencias constituye una de las finalidades principales de tu diario de lectura. Luego podrás revisarlas y revivir la experiencia que tuviste con ese libro. Es especialmente útil cuando ha pasado mucho tiempo desde la lectura y sentís la curiosidad de saber qué pasaba por tu mente cuando consumías esa obra.
7. Tomá notas en caso de que quieras reseñar el libro
Si estás en mi posición y te interesa escribir una reseña del libro (sea para Goodreads, Booktube, Bookstagram o tu blog literario), ir tomando nota de los temas y las ideas centrales te permitirá estructurar mejor tu crítica de él. Es muy difícil hablar sobre una historia sin tener en claro qué es lo que está intentando decirnos. Anotarlo en tu cuaderno te servirá de referencia e inspiración para llevar a cabo la tarea.
8. Personalizá el cuaderno
Si bien suelo ser fan de los estilos más minimalistas, no hay nada que te prohíba personalizar y embellecer tu diario de lectura hasta satisfacer a tu corazoncito. Imágenes, dibujos, colores, stickers, recortes y pinturas, todo puede serte útil para transformar este diario en un objeto íntimamente tuyo. He visto ejemplos muy hermosos de diarios personalizados en internet. Si es una idea que te entusiasma, sentite libre de convertirla en realidad.
Cómo mantener el hábito de registro
Sé honesto
Tené siempre presente que éste es un documento creado para tus propios ojos y que, probablemente, jamás será visto por nadie. No existe razón para que no seas 100% honesto con lo que escribís en él. Opiniones negativas, pensamientos intrusivos, comparaciones con otras obras, lo que sea que pase por tu cabeza, escribilo con total sinceridad.
Perseverancia y consistencia
La clave de todos los hábitos es la constancia. Si bien no todos leemos de manera habitual, es importante que te esfuerces por escribir en el diario luego de cada sesión de lectura. Así te acostumbrarás a hacerlo y formarás el hábito.
No te preocupés por la perfección
Como el diario es de uso personal exclusivo, no es necesario que lo que en él coloques sea perfecto. Errores (ortográficos y tipográficos), rayones, manchones de tinta, equivocaciones o reescrituras son moneda corriente de este tipo de registros. Aceptalos como vienen y no te esfuerzes por hacer todo perfecto. Con que puedas incluir en él la información requerida, es más que suficiente.
Revisá continuamente lo que escribiste
De nada sirve tener un diario si no vas a releerlo en un futuro. Si bien escribir por escribir puede ser satisfactorio en el momento, el fin último de un diario de lecturas es poder consultarlo y referenciarlo en adelante. Por eso mismo, otra práctica importante para mantener el orden es clasificar, etiquetar y organizar los cuadernos a medida que los vayas terminando. Quién sabe, quizás también te apetezca exhibirlos en tu estantería junto al resto de tus libros.
Unite a comunidades lectoras
Clubes de lectura, eventos literarios, lecturas conjuntas y grupos de discusión colectiva son ámbitos de inspiración lectora muy rica. Si te sumás a una de estas iniciativas, podés destinar a ellas una sección específica dentro de tu diario con todas tus vivencias de grupo. Así tendrás, sin dudas, muchísimo material para apuntar en tus cuadernos.
Espero que el artículo te haya sido útil. Se sentís inspiración para iniciar el año con un nuevo diario de lectura, te deseo mucha suerte y ojalá puedas mantenerlo hasta fines del 2025.
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