La literatura francesa me ha fascinado desde muy pequeño. Encuentro que los escritores de esta nación poseen una profundidad emocional y una percepción aguda muy singulares que los diferencian de los autores de otros países. La estética que caracteriza a la cultura francesa hace que sus construcciones novelísticas estén plagadas de pasajes muy hermosos, cargados de intimidad, sensorialidad y mucha atención al detalle. Numerosos títulos franceses publicados durante los siglos XIX y XX quedaron inmortalizados como grandes clásicos de la literatura. Si te interesa iniciarte con ellos, aquí te dejo una lista de los que me parecen más trascendentes.
1. Rojo y Negro - Stendhal (1830)
Julien Sorel, un ambicio joven proveniente de una familia pobre, busca escapar de su vida provinciana a través del ascenso social facilitado por su insaciable ambición y su relación con la Iglesia. Educado por un cura, seductor innato, decide que hará una fortuna penetrando en los distintos estratos de la sociedad católica francesa de su tiempo. Muy compleja en su construcción, Rojo y Negro inmortalizó a su autor, presentándonos la psicología de un personaje complicado, contradictorio y satírico que ilustraba muchos de los problemas sociales de la élite ilustrada de su época, a la vez que dejaba al descubierto el aspecto más vil y materialista de la Iglesia Católica.
2. Papá Goriot - Honoré de Balzac (1834)
Una de las novelas que forman parte de la extensísima colección de su autor titulada "Una comedia humana", Papá Goriot, trata sobre un amable anciano rechazado por sus dos hijas, cuyo legado es ansiado por ambas. A su vez, explora las relaciones del hombre con un criminal prófugo llamado Vautrin y un muchacho que aparece en numerosas novelas del autor llamado Eugène de Rastignac. La novela tiene como trasfondo el período de la Restauración Borbona y nos ilustra la desesperación de los individuos por asegurarse un mayor estatus social a cualquier precio. Melodramática, controvertida y muy criticada cuando se publicó hace casi 200 años, esta novela afirmó el talento literario de su autor y fue muy influyente para escritores posteriores, especialmente para quienes cultivaban el llamado "realismo literario".
3. El conde de Montecristo - Alexandre Dumas (1846)
Esta novela de aventuras, que se ha vuelto icónica dentro de la producción del autor, trata sobre un muchacho de 19 años llamado Edmond Dantès, quien es acusado de traición y encarcelado en una isla en las afueras de Marsella. Luego de un largo período de dura privación de su libertad, Edmond escapa de la cárcel, se hace con un tesoro y termina reinstaurándose en la compleja sociedad francesa moderna como el Conde de Montecristo. Al igual que el libro de Balzac, El conde de Montecristo transcurre durante el período de la Restauración Borbona y hace un comentario sobre muchos de los fenómenos sociales que Dumas observaba a su alrededor. En el fondo, es un libro que explora la naturaleza de la justicia, la venganza y el perdón, y que continua leyendose en todas partes del mundo gracias a su perenne mensaje y su cuidada presentación.
4. Madame Bovary - Gustave Flaubert (1857)
Emma Bovary, la ficcional esposa de un doctor pueblerino que explora un estilo de vida secreto para escapar al aburrimiento de su matrimonio y de su vida provinciana, se ha transformado en una de las heroínas de la literatura de su siglo. La mujer, que tiene amoríos con otros hombres y vive por encima de su capacidad económica, pronto descubrirá que la vida con la que sueña no es más que una ficción y se chocará de frente con la dura realidad de su lugar en el mundo. Sentimental, intensa, cruda y trágica, esta novela le otorgó a su autor la reputación de gran maestro literario y, según Mario Vargas Llosa, fue la primera gran novela moderna de la literatura francesa.
5. Los Miserables -Victor Hugo (1862)
Considerada por muchos como el gran clásico francés -y, por otros, como la mejor historia jamás escrita-, esta monumental novela histórica de corte político explora a fondo las pasiones, los sueños y las desilusiones de los franceses de su tiempo. Los Miserables narra un recuento ficcional de los eventos transcurridos en París durante la Rebelión de Junio de 1832 contra la monarquía de Louis Phillippe. Sigue a una docena de personajes cuyas vidas están entrelazadas por los acontecimientos que sacuden a la ciudad, pero principalmente se enfoca en Jean Valjean, un convicto prófugo que es buscado por haber roto los términos de su libertad condicional. De claro corte socialista, este libro buscaba denunciar las injusticias del bajomundo parisino y la falta de humanidad que el autor veía en sus conciudadanos.
6. Nana - Émile Zola (1880)
La serie de los Rougon-Macquart que ocupó enteramente la carrera literaria de su autor nos regala en su novena publicación un relato memorable que ha consagrado a Émile Zola como un maestro de la narrativa naturalista. Nana, publicada en 1880, nos cuenta la historia de una mujer que pasa de prostituta callejera a cortesana de la alta sociedad, ejemplificando la íntima relación entre el mundo cultural francés y la explotación sexual que se ocultaba en su seno. La novela no sólo fue memorable por la manera en que describe la naturaleza destructiva de su protagonista, sino también por haberse transformado en uno de los primeros grandes best-sellers de su país natal, recibiendo la aprobación de la mayoría de los escritores contemporáneos a Zola y ejerciendo una duradera influencia sobre obras literarias posteriores.
7. Bel Ami - Guy de Maupassant (1885)
La segunda gran novela del aclamado escritor Guy de Maupassant nos describe el ascenso al poder de Georges Duroy, quien pasa de ser un oficial raso a uno de los hombres más poderosos del país gracias a la manipulación de sus relaciones con una serie de acaudaladas mujeres. El retrato del seductor nato contenido en Bel Ami, figura arquetípica de la cultura francesa, es explotado de manera muy inteligente en una narración cruel y atrapante que determinó la reputación de su autor como uno de los mejores escritores de su generación.
8. Cyrano de Bergerac - Edmond Rostand (1897)
Interprentada con frecuencia en la actualidad, la gran obra de teatro de Edmond Rostand se basó en un personaje de la vida real: el gran autor del siglo XVII que introdujo la novedosa "literatura libertina" a la sociedad de su tiempo. En parte verídica y en parte imaginada, la obra nos muestra a Bergerac como un hombre que oculta sus múltiples talentos debajo de su faceta de soldado, siendo víctima de un defecto existencial que le resulta fatal: una nariz enorme. Enamorado de su prima Roxana, mujer que lo desprecia por el tamaño de su nariz, el hombre peleará por obtener la atención de su amada. Humorística e impredecible, esta obra de teatro trata temas como la integridad, la valentía y la gloria y sigue siendo muy admirada por lectores y espectadores de todo el mundo.
9. En busca del tiempo perdido - Marcel Proust (1913)
Reconocida por el Libro de Records Guinnes como la novela más larga jamás escrita, esta historia en 13 volúmenes fue imitada y parodiada hasta ganarse el estatus de icónica dentro del marco de la cultura occidental. Protagonizada por un narrador sin nombre, la obra hace un recuento de sus experiencias durante la niñez y la maduración, su relación con el arte, sus andanzas amorosas y su conexión con la sociedad francesa del nuevo siglo. En particular, la novela se centra en el tema de la "memoria involuntaria", el flashback, la ansiedad, la homosexualidad y la estética del arte. El impacto de este libro en la filosofía, psicología y estética de su siglo es muy destacable, ya que inspiró a numerosos escritores contemporáneos y posteriores a Proust a imitar su muy singular estilo literario.
10. Viaje al fin de la noche - Louis-Ferdinand Céline (1932)
Ganadora del Prix Renaudot en 1932, esta novela sigue los pasos de Ferdinand Bardamu, un médico parisino muy joven que, en una especie de manía entusiasta, decide enlistarse en el ejército francés. Con el surgimiento de la Primera Guerra Mundial, su mundo se pone patas para arriba, y se da cuenta de que el conflicto bélico no es lo suyo. Se enamora de una joven violinista llamada Musyne y eventualmente es trasladado a la Colonia Francesa en África donde se interna en la jungla para ver de cerca los acontecimientos bélicos de los que participaba su país. Viaje al fin de la noche es muy notoria por su tono pesimista, que enfatiza el sufrimiento humano, la insatisfación de los pobres y los ricos y los límites del progreso humano. Además, contiene mucha jerga vulgar, que buscaba imitar el habla de las clases trabajadoras de su tiempo. Este singular elemento, que influye en el estilo literario de la novela, le otorga a la prosa un sonido único que contribuyó a su inmortalidad.
Espero que te hayan gustado mis recomendaciones. ¿Qué clásicos franceses considerás imprescindibles? Contame en los comentarios :)
- SOBRE EL AUTOR
No hay comentarios.:
Publicar un comentario