no Diario de escritura 10: Consejos para jóvenes escritores | Rodrigo Eker

Diario de escritura 10: Consejos para jóvenes escritores

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    Quienes me conocen saben que escribo desde pequeño. Cuentos, novelas, artículos y canciones. La palabra escrita fue siempre mi vocación, en cualquiera de las formas y ámbitos en que la desarrolle. No me atrevería a considerarme un escritor experimentado (¡Sólo he publicado una pequeña parte de mi obra!), pero puedo afirmar que he transitado por la confusión y las dudas que acechan a los escritores más jóvenes. 

    Cuando uno es adolescente, tiende a ser excesivamente crítico con lo que uno produce. El pensamiento más común es que lo que uno escribe no es ni de buena calidad ni aceptable. Estoy convencido de que todo escritor joven que se esfuerce lo suficiente por superarse a sí mismo eventualmente se convertirá en un gran escritor. Bajo esa premisa, te he traído una lista de diez consejos que le daría a todo escritor principiante. Están destinados a novelistas y autores de ficción en general.

1- Leé, leé, leé 

    No hay forma de saltártelo. Si carecés del hábito de la lectura, no tendrás las herramientas para escribir. Consumiendo libros es la única manera de descubrir qué funciona y qué no, qué significa escribir bien y cómo reconocer una obra bien escrita. Si no te hacés la costumbre de leer lo más frecuente y variado posible, estarás atrofiando tu propio sentido del lenguaje y ensordeciendo tu "oído" literario. La lectura debe ser el combustible primordial de todo escritor.

2- Escribí con regularidad

    La práctica será tu principal herramienta para avanzar en tu desarrollo. Algunos escritores trabajan todas las mañanas. Otro se reservan una hora por día o hasta pequeños momentos repartidos a lo largo del día para dedicarle a su ficción. Los más afortunados cuentan con la libertad de escribir durante muchas horas diarias hasta cumplir con un determinado conteo de palabras. Cualquiera sea tu método, nunca dejés de escribir con regularidad. Al igual que nos sucede con el ejercicio físico, lo importante no es cuánto trabajes en tu arte en una determinada sesión sino que logres tener la mayor cantidad posible de sesiones por semana.

3- Escribí sobre aquello que te importa 

    Fue la propia Anne Rice quien dijo: “Debes convertirte en el escritor de tus sueños, y la única manera de lograrlo es haciéndolo: pasando las páginas día tras día”. Escribí el tipo de libro que más te gustaría leer, el que más te apasiona y aquel por el que te gustaría ser recordado como escritor. No pierdas el tiempo con lo que otros te recomiendan hacer o lo que creés que debés escribir. El deber no tiene ningún espacio en tu tarea como escritor. Se trata de una vocación egoísta: tiene que estar centrada en vos mismo y en tus intereses personales. De lo contrario, te será imposible culminar tus proyectos literarios.

4- Asegurate de que tu trabajo sea técnicamente correcto

    Ortografía, gramática, puntuación, sintaxis. No subestimés el tiempo que requieren las correcciones. Un escritor que no se toma el trabajo de corregirse a sí mismo es un escritor que no puede ser tomado en serio.

5- Aprendé a escuchar a los demás

    Esto es especialmente útil para escribir diálogos. No vale sólo inspirarse por las novelas y los relatos que pasan por tus manos, sino que también es importante que observés a la gente a tu alrededor. ¿Qué muletillas verbales utilizan? ¿De qué manera se desenvuelve una conversación entre dos interlocutores? ¿Qué lenguajes corresponden a ciertas clases de personas y cómo se relaciona su manera de hablar con su manera de ser? Tu deber como escritor, independientemente del género al que te dediques, será siempre documentar a la gente que te rodea.

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6- Trabajá con borradores

    La manera más fácil de frustrarte, paralizarte y abandonar tu manuscrito es exigirte la perfección misma desde el momento cero. Es el error más común que he visto. Un texto –particularmente uno largo como una novela o un relato extenso- requiere de numerosas versiones antes de estar terminado. Lo primero que escribís sobre la página está destinado a ser de mala calidad, confuso y hasta un poco fofo. Pensá en que estás sacando ideas de la nada, inventándolas en tu propia mente y tratando de transcribirlas en un papel o archivo digital. 

    Durante este proceso –que yo suelo llamar “creación dura”- se te van a escapar muchísimos problemas que no vas a poder discernir bajo el fervor de la inspiración. El primer borrador de cualquier texto tiende a ser bastante ilegible. Es parte de ser un escritor, pero sobre todo parte de ser humano. No te desanimés ni te demorés mucho en volver hacia atrás y corregir contínuamente lo que ya escribiste. Es preferible que sigas adelante, termines la primera versión de tu obra y luego te des un período de descanso, para luego volver y corregir el texto completo. 

    Mi recomendación es que hagas como mínimo tres versiones de todo lo que escribís, cada una con suficiente distancia temporal. De este modo, en cada relectura, encontrarás nuevos errores (grandes y pequeños). Mientras más versiones hagas, más prolijo quedará el texto final.

7- Explorá lo que te afecta en la vida real

    En el mundo de la ficción literaria y del realismo clásico esto es una obviedad, pero aún si escribís fantasía a lo J. K. Rowling o ciencia ficción a lo Isaac Asimov, las historias que más vale la pena leer son aquellas que tratan temas profundamente humanos. ¿Cuáles son tus valores? ¿Cuáles son tus miedos más profundos? ¿Qué anhelos has reprimido a lo largo de los años? Hacé un poco de introspección, examiná aquello que más te ha marcado a lo largo de tu vida y usalo para potenciar tu escritura. Poner en tus textos lo mejor, lo peor, lo más valioso y lo más oscuro de uno mismo es una excelente manera de enriquecer tu obra. Y tiene el beneficio de resultar muy terapéutico.

8- Buscá lectores beta

    Esto lo harás únicamente cuando ya tengás terminado un borrador convincente. Los “lectores beta” son los primeros lectores de tu manuscrito –amigos, familiares, conocidos, gente que lee mucho, etc.- que revisarán tu texto antes de la versión final y te darán feedback acerca de lo que escribiste. Algunos serán más sinceros que otros (por regla general, mientras más cercana sea tu relación con la persona, más difícil es que se atrevan a criticarte en serio) pero es importante que escuchés sus opiniones. 

    No es necesario que obedezcas las sugerencias de todo el mundo, ya que siempre debés confiar en tu propio juicio, pero si todos o la mayoría coinciden en que algo falla o no se entiende, tendrás que poner manos a la obra para corregirlo. Es crucial que prestes atención a la primera impresión de lectores que no están familiarizados con el texto, porque los escritores tienden a aferrarse emocionalmente a lo que escriben y esto los ciega a la hora de reconocer errores.

9- Tomate tu tiempo

    No hay nada más trágico que un libro publicado antes de tiempo. Todos lo hemos visto en algún momento: un relato poco pulido podría haber resultado espléndido si su autor lo hubiera trabajado un poquito más. Estoy convencido de que mucha de la literatura mediocre no se debe a la falta de talento, sino a la falta de paciencia. El apuro es el enemigo de la buena ficción. 

    Salvo que entrés en la categoría de los creadores precoces que pueden terminar un buen libro en menos de un año –Stephen King es un buen ejemplo-, vas a sepultar tu propio trabajo si lo hacés a las apuradas. 

    Escribir no es ninguna carrera contra el tiempo ni una maratón de habilidades. Requiere paciencia, dedicación, esfuerzo y depuración constante. Quizás te tome más tiempo del que planificaste y eso no tiene nada de malo. Es preferible sacar a la luz un texto demorado que un texto inacabado. Mientras más cuidado tengas al construir tu obra, más grande será la posibilidad de que pueda perdurar en el tiempo.

10- Confiá en tu visión

    Nadie va a convertirte en el escritor de tus sueños, solo vos mismo. Imaginá el tipo de escritor que te gustaría ser, el tipo de mundo que anhelás crear, la clase de reputación que te gustaría ganar y ponete a trabajar en aquella dirección. No importa lo que nadie diga en contra tuya ni lo mucho que ciertas personas intenten desanimarte. Lo único que se interpone entre vos y la realización de tus sueños sos vos mismo.

    Espero que te hayan sido útiles estos consejos. ¿Estás trabajando en algún texto? Te deseo mucha suerte! :)

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  • SOBRE EL AUTOR
      Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.

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