no El amor que casi termina con Oscar Wilde | Rodrigo Eker

El amor que casi termina con Oscar Wilde

Oscar+Wilde+Lord+Alfred+Douglas

    Oscar Wilde fue uno de los escritores más importantes de su generación. Como ícono de la literatura victoriana e influyente voz cultural, su presencia en los círculos intelectuales ingleses dejó una huella que continúa marcando a sus lectores más de un siglo después de su fallecimiento. Su personalidad, su estética y su irreverente sentido del humor fueron a contramano de las normas de la sociedad de su tiempo, enfureciendo a algunos y causando la admiración de otros. Sin embargo, fue esa misma sociedad en su rigidez y sus prejuicios la que terminó por darle la espalda al gran genio victoriano, avalando su ruina y posterior enfermedad. Y gran parte de sus desdichas tuvieron una correlación directa con un evento que marcaría su vida para siempre: su amorío con Lord Alfred Douglas.

Vida y apogeo de Oscar Wilde

    Nacido en Irlanda en 1854, Oscar pertenecía a una familia de intelectuales con gran inspiración clasicista. Su madre era una poeta influyente y su padre un cirujano oftalmólogo autor de numerosos libros de medicina. Gracias al prestigio familiar, el joven Wilde tuvo una educación muy completa: aprendió a hablar alemán y francés, se especializó en la traducción de textos latinos y griegos y obtuvo una beca para estudiar los clásicos en el Trinity College de Dublín. También tuvo un paso fugaz por el Magdalen College de Oxford. Con el tiempo, mostró proficiencia para el arte literario, publicando poemas, novelas, relatos y obras de teatro que le ganaron una gran popularidad en Inglaterra. Entre sus obras más famosas se encuentran: El retrato de Dorian Gray, El Fantasma de Canterville, La importancia de llamarse Ernesto, De Profundis, Salomé y Un esposo ideal.

    Pese a su creciente reputación intelectual, su vida privada estuvo marcada por los excesos, por una existencia libertina que, eventualmente, puso fin a su carrera creativa. Y dicha tragedia nos habla de la relación tóxica del siglo XIX con la homosexualidad.

La visión victoriana sobre la homosexualidad

Homosexualidad+victoriana

    El puritanismo victoriano fue una respuesta excesiva ante los cambios sociales que estaban reformando al mundo inglés. Las profundas transformaciones producidas por la Revolución Industrial decretaron el fin del poderío rural y el rápido desarrollo de las ciudades modernas. El ascenso social, impensado en épocas anteriores, garantizó la aparición de la clase media y el surgimiento de un nuevo tipo de aristócrata: el industrial urbano. La rapidez del crecimiento excedió la capacidad de las ciudades para acoger a sus propios habitantes, generando condiciones de hacinamiento, ambientes antihigiénicos y jornadas laborales excesivas. Al mismo tiempo, las revueltas sociales impulsadas por sindicatos y movimientos feministas ponían constantemente en jaque al régimen. Frente a esto, la aristocracia de la Reina Victoria propuso ideales que garantizaran ese orden social que parecía estar en riesgo: la vida familiar, la modestia, la moral estricta y el deber hacia el Reino.

    El sexo, dentro de la idiosincracia victoriana, era regulado mediante una compleja y rígida red de reglas establecidas. Las discusiones abiertas sobre la sexualidad humana eran consideradas de mal gusto y la homosexualidad era vista como un taboo socialmente inaceptable. Hacia fines de siglo, se pasó legislación criminalizando la "conducta indecente" entre hombres. Esto sólo consiguió alentar a muchos homosexuales a que ocultaran sus deseos, vivieran sus relaciones en secreto y forjaran matrimonios falsos para darles a sus vidas una apariencia de heterosexualidad. En dicho clima social represivo, fueron muy pocos los que se animaron a declarar abiertamente su homosexualidad.

El romance con Alfred Douglas

    Alrededor de 1890, Oscar Wilde fue introducido al joven Lord Alfred Douglas, un muchacho aristócrata y -según afirmaban algunos- muy malcriado de quien Wilde se enamoró casi al instante. Mientras duró la tumultuosa relación que los unió, Oscar empleó buena parte de sus ingresos para satisfacer los caprichos de Alfred en todos los ámbitos: sexual, material y artístico. Los intereses intelectuales del muchacho no estaban demasiado alejados de los del escritor: se dedicó a la poesía y al periodismo, editó una revista universitaria llamada The Chameleon e introdujo al autor al mundo subterráneo de la prostitución victoriana. Pese a su linaje aristócrático -su padre era el Marqués de Queensberry-, Douglas nunca tuvo verguenza en adoptar un estilo de vida libertino, abiertamente homosexual y libre de las cadenas de la represión victoriana. 

    El padre de Lord Alfred no veía con agrado la relación de su hijo con el escritor, así como tampoco soportaba el humor ácido y cínico que destilaba en cada interacción que tenía con él. Pronto se esforzó en perseguir a Wilde, con el objetivo de hundirlo para que su legado se hiciera añicos ante los ojos de Inglaterra.

    El 18 de Febrero de 1895, el Marqués de Queensberry dejó una tarjeta en uno de los clubes frecuentados por Wilde. La misma decía "Para Oscar Wilde, aparente sodomita". Alentado por su amante Alfred, Wilde inició un juicio privado contra Queensberry por calumnia difamatoria, dado que la tarjeta implicaba una acusación pública del crimen de sodomía. El Marqués fue arrestado bajo el pretexto de calumnia criminal, imputación de la que se salvó demostrando que su acusación era verdadera -principalmente con la ayuda de investigadores privados que espiaron a su hijo y al autor-. El juicio contra Wilde, uno de los primeros "juicios de celebridad" de la historia moderna, terminó con su encarcelamiento entre 1895 y 1897.

Prisión y decadencia

    En un principio, Wilde fue trasladado a la prisión Newgate, pero eventualmente terminó en Pentoville, donde fue obligado a realizar trabajos forzados de bajo calibre. Poco tiempo después, fue movido a la prisión de Wandsworth donde las condiciones de su encarcelamiento empeoraron. En una ocasión, colapsó frente a la capilla debido al hambre y la enfermedad, rompiéndose el tímpano derecho y pasando más de dos meses en la enfermería. Los historiadores tienden a pensar que este rápido deterioro mostrado en la cárcel preanunciaría su fallecimiento. Durante su estadía en prisión, Wilde escribió "De Profundis", una carta adaptada en forma de ensayo dirigida a su amante Lord Alfred Douglas. Esta pieza literaria no sólo nos habla de su estilo de vida previo al arresto, sino que también ilustra el desarrollo espiritual de Wilde y su intento de confrontación con su antiguo amante.

Sus últimos años

    Luego de su salida de prisión, Wilde se convirtió en católico y pasó sus últimos tres años empobrecido y exiliado, severamente afectado por el régimen disciplinario y la dieta a los que se vio sometido en la cárcel. También se entregó al alcoholismo, habito que profundizó sus malestares económicos. Hacia fines de 1900, desarrolló meningitis, enfermedad que en aquel momento no tenía cura y que causó su fallecimiento en menos de cinco días. Durante muchas décadas, su nombre y su obra estuvieron asociados a la controversia de su vida. 117 años después de su muerte, en 2017, recibió el perdón oficial del Gobierno inglés por los actos homosexuales previamente criminalizados, una tardía reparación tan simbólica como necesaria. 

Legado como ícono LGBT

Oscar+Wilde

    Oscar Wilde causó un impacto profundo en la comunidad LGBT. Su sufrimiento, esteticismo, decadencia y pasión nos brinda un panorama sobre los estilos de vida alternativos de su época histórica. Muchos han adoptado su sarcasmo como estandarte y su visión del mundo como inspiración. Sin embargo, su memoria permanece manchada por el perenne rastro de la injusticia cometida hacia el hombre por una sociedad cruel. 

    La destrucción de su vida fue orquestada con la mera excusa de que su diferencia era "inaceptable". Y con ese mandato se lo privó de sus derechos civiles, de su libertad, de su salud y, eventualmente, de su vida. Quedará marcado en la historia como un hito de aquello que no podemos permitir que se repita en los tiempos modernos. Ante el ascenso reciente de movimientos e ideologías anti-gay en los distintos países de Occidente, que buscan echar un manto de verguenza sobre la homosexualidad con el objetivo de volverla inaceptable ante la opinión pública, el caso de Oscar Wilde nos sirve como recordatorio de que las libertades ganadas no se pueden perder y de que no podemos permitir el retorno de los horrores del pasado. 

    No debemos dar ni un paso atrás.

El+Fantasma+de+Canterville+Oscar+Wilde

  • SOBRE EL AUTOR
      Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.

       Seguime en Instagram y Twitter

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Instagram