Quienes me siguen desde hace tiempo saben que Virginia Woolf es una de mis autoras favoritas. No sólo disfruto enormemente de sus novelas -que me han resultado un reservorio de verdaderas joyas literarias-, sino que también usé una cita de ella como apertura de mi novela debut "Melodías Sepultadas". Encuentro que su obra contiene una sensibilidad estética inigualable y que sus descripciones están entre las más bellas que he leído jamás. Cultora del modernismo y visionaria en el uso del flujo de consciencia, esta autora británica ha llegado a convertirse en una de las más importantes escritoras occidentales de todo el siglo XX.
¿Quién fue Virginia Woolf?
Nacida en South Kensington en 1882, en una refinada y educada familia de clase media, la joven Virginia tuvo acceso a la cultura de élite desde muy temprano. Su padre fue escritor, historiador, ensayista y biógrafo y logró infundir en ella y en su hermana un amor por los libros desde la niñez. Formada a través de lecciones privadas, finalmente consiguió estudiar en el King's College de London, algo poco usual para las mujeres de la época. Formó parte del grupo Bloomsbury, un conjunto de bohemios intelectuales y artistas interesados por los cambios culturales del nuevo siglo (entre los que se encontraban el famoso autor E. M. Forster y el futuro esposo de la escritora, Leonard Woolf). Desde los inicios de su carrera, Virginia exploró a través de su obra las nuevas técnicas modernistas de expresión literaria, siendo pionera en el uso del flujo de consciencia y esforzándose por documentar de manera altamente sensorial aquel universo cotidiano que la rodeaba. Su prosa cultivó una magia muy especial que transformaba cualquier evento mundano en un cúmulo de reflexiones poéticas y profundas, mediante constante observaciones incisivas e íntimas. Fue una exponente importante del feminismo británico y sus libros continúan cautivando a lectores de todas partes del mundo.
Consideraciones antes de leer su obra
Si bien la literatura de Virginia Woolf se nos presenta en un lenguaje accesible -sobre todo si la comparamos con otros autores modernistas contemporáneos, como James Joyce-, el uso que hace del flujo de conciencia puede ser difícil de digerir para lectores primerizos. El objetivo de esta herramienta estilística era reflejar con gran fidelidad la multitud de pensamientos y sentimientos que atraviesan de manera cotidiana la mente humana, hilvanando ideas inconexas pero entrelazadas sin excesiva atención hacia la gramática de los pasajes.
Si bien sus historias presentan una trama argumental clara -usualmente minimalista y de característica mundana-, su narración aparece casi por completo fundida en el océano de reflexiones de la consciencia de sus protagonistas. A menudo, la autora salta de personaje a personaje dentro de un mismo pasaje narrativo, lo que puede ocasionar dificultades en sus lectores -este mecanismo aparece en La señora Dalloway y, con exceso, en Las Olas-.
Sin embargo, el rasgo más distintivo de su literatura es el aspecto lírico de su lenguage: el virtuosismo estilístico de su prosa no tiene equivalentes en la narrativa contemporánea. Sus historias se leen, casi, como un extenso pasaje de poesía. Si estás planeando leerla por primera vez, te recomiendo tomarte tu tiempo, saborer y apreciar cada sección con meticulosidad. El esfuerzo vale la pena.
Libros para empezar con Virginia Woolf
1. La señora Dalloway (1925)
Quizás su novela más conocida, La señora Dalloway nos presenta a la autora como más reluce: traduciendo poéticamente la inmensa tragedia de la cotidianeidad. Protagonizada por una mujer de la alta sociedad (Clarissa Dalloway) en el período de la primera Post-guerra, se centra en las horas que preceden a la organización de una fiesta doméstica que la mujer dará aquella misma tarde. A través de una serie de flashbacks que nos permitirán conocer el pasado y el presente de Clarissa, el libro nos hablará sobre la estructura social de la Inglaterra de principios de siglo, nos hará reflexionar sobre la naturaleza del tiempo y el dolor de los recuerdos perdidos y nos presentará un retrato fiel del estrés post-traumático propio de los conflictos bélicos. En el fondo, La señora Dalloway trata sobre el dolor humano y analiza la manera en que cargamos con él dentro de los confines de la mundanidad de nuestras vidas.
2. Orlando (1928)
La premisa de Orlando es sumamente estrafalaria: pretende ser una biografía de un personaje que vive más de trescientos años y cambia de sexo de varón a mujer. Sin embargo, el ejercicio narrativo de esta novela es un lienzo a través del cual la autora explora la evolución de los roles de género a lo largo de los siglos y las limitaciones a las que han sido sometidas las mujeres durante ese lapso de tiempo. También juega con la idea de qué pasaría si un hombre repentinamente es forzado a vivir en carne propia la experiencia femenina. Inspirada en la historia familiar de la aristócrata Vita Sackville-West, la novela sigue los pasos de un noble de la Inglaterra isabelina que sufre un misterioso cambio de sexo a los treinta y que, a pesar de vivir más de 300 años, no muestra signos perceptibles de la edad. Con la intención de satirizar tanto la fascinación de Sackville-West con los gitanos como la representación del lesbianismo en la literatura británica, Virginia Woolf nos ofrece un relato ocurrente, intenso y muy memorable.
3. Al Faro (1927)
Esta novela íntima y modernista, titulada simplemente Al Faro, se centra en la familia Ramsey, y sus ocho hijos, y en los viajes que realizan a la Isla de Skye en Escocia. Allí existe un faro que viene a ocupar un rol central en la psiquis de sus protagonistas. Es una obra sumamente experimental, que carece casi por completo de diálogos y no contiene acciones directas. Es decir, se compone enteramente de pensamientos y reflexiones. Sin embargo, la sensibilidad aguda de la autora para traducir la nostalgia de la infancia, los deseos insatisfechos, los paraísos perdidos y la complejidad de las relaciones humanas la transformaron en una de las más bellas piezas literarias de la producción de Virginia Woolf.
4. Las Olas (1931)
Mi favorito personal de la autora, Las Olas, no es un libro particularmente sencillo de leer. Su naturaleza críptica, su uso novedoso de la estructura modernista y el incesante peso metafórico de su lenguaje agregan una gran capa de complejidad a su lectura. Sin embargo, la hermosura de cada uno de sus fragmentos, que presentan un exquisito desarrollo del lenguaje visual tan propio de la autora, lo colocan entre los libros más notables del siglo XX. Se compone de los soliloquios de seis amigos (Bernard, Louis, Susan, Rhoda, Jinny y Neville) cuyas vidas regresan a un momento traumático que ha cambiado sus corazones, a medida que sus conciencias divergentes se encadenan y forman una sola mente. La metáfora de las olas, siempre presente en pasajes de gran peso simbólico, ayuda a fragmentar la temporalidad de la novela, que avanza de manera zigzagueante junto con las torturadas vidas de nuestros protagonistas.
5. Paseos por Londres (1927)
Dentro de las colecciones de ensayos cortos de la autora, cabe destacar esta pequeña joya literaria originalmente titulada Street Haunting, pero que en español se edita bajo el nombre "Paseos por Londres". Es un compendio de ensayos que tienen como protagonista a la ciudad de Londres y a sus pintorescos habitantes. Gracias a la magia de su pluma, la autora nos trasmite el encanto de la ciudad, el bullicio de su constante actividad, la belleza de su arquitectura, la curiosidad de sus tiendas y, por supuesto, el atractivo de sus librerías. En una obra confeccionada a través de viñetas sentimentalistas, la prosa de Virginia sobresale demostrándonos, una vez más, la infinita fascinación que puede despertarnos la cotidianeidad.
¿Cuáles son tus libros favoritos de Virginia Woolf? ¿Qué es lo que más disfrutás de esta genial autora? Contame en los comentarios :)
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