Las memorias autobiográficas siempre despertaron mi interés. Se trata de un género muy de nicho, un híbrido entre la narrativa y la no-ficción, que busca explorar un período muy acotado en la vida de su autor. A diferencia de las biografías, que nos cuentan la historia de una vida completa, las memorias autobiográficas se suelen centrar en un evento particular, un período específico o una carrera laboral. A través de ellas, nos compenetramos con las reflexiones propias de su autor, su intimidad personal y su visión del mundo. Celebridades, escritores, y personas ilustres de todo tipo han publicado memorias a lo largo de los siglos, desde Benjamin Franklin a George Orwell. Si estás buscando introducirte a esta categoría muy particular de literatura, voy a recomendarte seis memorias autobiográficas que vale la pena leer. Quizás alguna de ellas se transforme en tu nuevo libro favorito.
1. Unfollow de Megan Phelps-Roper (2019)
Uno de los primeros libros que reseñé en este blog, Unfollow de Megan Phelps-Roper, es una de las más bellas memorias que he leído jamás. Nos narra el proceso de autodescubrimiento y desarrollo intelectual que vivió la autora al abandonar la Westboro Baptist Church. Esta iglesia, catalogada como organización extremista, dedica sus esfuerzos a odiar a gays, judíos, musulmanes, católicos y todo otro individuo que no esté alineado con su estricta visión del mundo. Famosa por sus tácticas infames, que involucran desde el escarnio público a las celebraciones crueles de la tragedia ajena, está conformada por la familia extendida de Megan, quien se crio en su seno bajo la mirada imponente de su abuelo, el pastor Fred Phelps. El libro no sólo nos cuenta su vida y su participación en las actividades de la Iglesia, sino que nos detalla su despertar intelectual producto del intercambio anónimo con usuarios de Twitter, además del desarrollo de su empatía gracias a su interacción con el mundo exterior. Cruda, emocional, conmovedora y atrapante, esta memoria nos recordará la importancia de escuchar al otro y aceptar los matices de su humanidad. Lamentablemente, aún no se ha publicado en español.
2. La mujer que soy de Britney Spears (2023)
Pese a la reticencia de muchos lectores a la idea de leer este libro, debo decir que fue una de mis lecturas preferidas del año pasado. Hay pocas personas en el mundo que no están familiarizadas con Britney Spears, la estrella pop más importante de su generación y una de las más exitosas de todos los tiempos. Sin embargo, la narración se adentra en el terreno más desconocido para el público acerca de esta celebridad: su torturada vida personal. La memoria autobiográfica de Britney se lee como un relato gótico sureño, lleno de traumas intrafamiliares, personajes excéntricos, abusos grotescos y un sentido de constante alienación montado sobre los altibajos del éxito y la fama. Nos habla de la disfuncionalidad de su familia y del abuso al que fue sometida durante trece años a manos de su perverso padre. Pese a no contar con el grado de introspección que caracteriza a este tipo de lecturas, la crudeza de los eventos narrados en este libro lo convierten en uno de los relatos más potentes de los últimos tiempos.
3. París era una fiesta de Ernest Hemingway (1964)
Una de las memorias autobiográficas más leídas de todos los tiempos fue la del ganador del Premio Nobel de Literatura, Hernest Hemingway. París era una fiesta trata sobre los años difíciles que pasó el autor en Francia durante la década de 1920. No sólo contiene mucha introspección respecto a su proceso creativo y su visión del mundo, sino que también narra los pormenores de su relación personal con escritores e intelectuales del momento: Francis Scott Fitzgerald, James Joyce, Ezra Pound, Gertrude Stein, entre otros. Cada capítulo puede leerse casi como un relato corto, donde nos presenta a su círculo de artistas en pleno desarrollo de una limitante pobreza, escribiendo en cafés y redescubriendo lentamente el amor por la profesión. Al mismo tiempo, es una declaración de amor a la ciudad de París y una reivindicación del estilo de vida bohemio que forjó de manera definitiva la personalidad del escritor.
4. El año del pensamiento mágico de Joan Didion (2005)
Este breve libro, ganador del Premio Pullitzer, explora los pormenores del duelo y la pérdida. Escrito como un análisis de las experiencias de la autora luego de la muerte de su esposo en el año 2003, nos presenta al luto como una vivencia física en constante transformación. No sólo se centra en los sentimientos de Joan Didion durante aquel trágico episodio, sino que también incorpora investigación médica y psicológica sobre dicho proceso. El carácter universal de los temas que explora la convirtieron en una obra fundamental para quien esté interesado en las cuestiones relacionadas a la muerte, la enfermedad y la pérdida.
5. Diario de invierno de Paul Auster (2012)
Diario de Invierno es uno de los ensayos más breves de Paul Auster. Narra pequeños episodios de su vida, empezando por su juventud, donde explora distintas experiencias relacionadas al placer y al dolor con su respectiva fisicalidad. Nos habla de su paso por el colegio, los años de lucha junto a su mujer en un exilio autoimpuesto en París, la llegada de la tercera edad y la relación con su padre. Además, Auster escribe sobre la vida y la muerte de su madre, y sobre sus sentimientos acerca del paso del tiempo y la transformación que ocurre de manera natural en todas nuestras vidas. Muy atrapante en su estilo, incomparable en su espontaneidad, Diario de invierno es una excelente propuesta literaria de un autor obsesionado con meditar acerca de la memoria, el cuerpo y el paso del tiempo.
6. Walden de Henry David Thoreau (1854)
Durante dos años de su vida, Henry David Thoreau se sometió a un experimento social muy singular: se internó en una pequeñísima cabaña a la vera del lago Walden lejos de la civilización, inspirado por su mentor y amigo Ralph Waldo Emerson. Al igual que el autor, Emerson era partidario de una filosofía llamada "trascendentalismo", que criticaba a la civilización tecnológica del momento y buscaba redescubrir el bien innato en las peronas y en la naturaleza. En su memoria titulada simplemente Walden, Thoreau hace observaciones científicas sobre la naturaleza, incorpora alusiones poéticas a su prosa y emplea un sutil trabajo metafórico para describir lo que le rodea. El resultado es uno de los libros más contemplativos y hermosos jamás escritos, testamento de un escritor talentoso y apasionado por la vida sencilla y las cuestiones naturales.
Estas fueron mis recomendaciones. ¿Qué otras memorias autobiográficas recomendás leer? Contame en los comentarios :)
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