A lo largo de los años, se ha establecido dentro de los círculos literarios una idea de los "grandes clásicos de la literatura". La mayoría de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, nos propusimos leerlos o incorporarlos en nuestra lista de pendientes. Existe una gran dosis de respeto hacia el consumo de este tipo de literatura, ya que muchos de sus títulos suelen ser considerados como los mejores textos de todos los tiempos. Sin embargo, la naturaleza de ellos continúa siendo elusiva si se la analiza un poco más de cerca.
La dificultad que aparece está involucrada con un dilema central: ¿Qué es exactamente un clásico? ¿Qué requerimientos debe cumplir una obra literaria para ser considerada como tal? ¿Quién determina qué libros cumplen dichos requerimientos? ¿Existen estándares objetivos que nos sirvan de referencia? A la hora de hablar de "los clásicos", es importante establecer un criterio que permita una clasificación útil y concreta. En este artículo, voy a explicarte la mía.
¿Cómo es que una obra literaria se transforma en un clásico?
Suele afirmarse que para que un libro adopte la etiqueta de clásico, debe cumplir -entre otros- con los siguientes requerimientos:
a) Haber superado la “prueba del tiempo” (es decir, sostener su relevancia mucho después de su publicación).
b) Haber causado un impacto en la vida de sus lectores (tanto contemporáneos como posteriores).
c) Haber afectado de alguna manera –aún pequeña- el curso del desarrollo de la literatura.
d) Haber generado influencia artística o estética en la cultura contemporánea.
e) Haber mantenido algún tipo de significancia histórica que excediera la mera función de entretenimiento.
No todos los clásicos son iguales
Cuando intentamos aplicar el criterio antes mencionado, nos encontramos con el problema de que algunos libros no cumplen estos requerimientos y son etiquetados como clásicos, mientras que otros sí los cumplen y no se los considera así. Por ejemplo, una novela como “La cabaña del tío Tom” es un libro estilísticamente mediocre y que no tuvo influencia directa en otros escritores, pero sí es considerado como un clásico por haber cambiado la consciencia del público norteamericano y haber precipitado la Guerra Civil estadounidense. En cambio, no hay consenso a la hora de ubicar a libros como “El Señor de los Anillos” en la estantería de los "grandes clásicos", a pesar de cumplir con todos los requerimientos: longevidad, impacto literario, influencia artística y significancia histórica.
Por otro lado, títulos como “El Manantial” de Ayn Rand y “1984” de George Orwell, publicados no mucho antes que "El Señor de los Anillos" y habiendo causado ambos un alto impacto político e histórico durante la post-guerra, suelen aparecer y desaparecer de las categorías de “ficción contemporánea” y de “clásico moderno” según la edición que se tome en cuenta. Ambas etiquetas se presentan como mutuamente excluyentes, por lo que resulta curioso que un mismo título pueda ocuparlas simultaneamente. En la actualidad, Penguin Random House edita los dos libros en su colección de Clásicos del siglo XX.
¿Cuál es el criterio objetivo entonces? ¿Existe alguno que pueda aplicarse uniformemente, o éste depende de la arbitrariedad de las editoriales, las librerías y las universidades? ¿Dónde se inscriben los lectores de estos textos dentro de la ecuación?
Cuando la Academia se calcifica
La cuestión se agrava con los académicos que se niegan a aceptar como clásico a cualquier libro escrito después del siglo XIX. O aquellos que reservan la etiqueta para las obras de la Antigüedad Greco-Romana (que suele adueñarse del mote de “literatura clásica”). En algunos casos, se coloca en categorías dispares a distintos títulos dentro de la producción de un mismo autor, agraciando a algunos con la clasificación y excluyendo de ella a otros. Bajo dicho criterio, "Frankenstein" de Mary Shelley sería considerado un clásico, mientras que no lo sería la novela "Lodore" de la misma autora.
¿Qué tan larga es exactamente la "longevidad"?
Otra pregunta interesante para hacernos es: ¿qué tan reciente puede ser un libro antes de quedar excluido de la clasificación? Un consenso bastante aceptado, por ejemplo, es que el autor debe al menos haber fallecido antes de que su obra pueda empezar a discutirse como clásico. Es por eso que títulos como "La broma infinita" de David Forster Wallace o "Underworld" de Don DeLillo jamás obtendrán dicha etiqueta –a pesar de gozar del elogio unánime de la crítica, la prensa, los académicos y el público- hasta que sus respectivos autores hayan fallecido. Sin embargo, libros relativamente recientes como “En el camino” de Jack Kerouac o “Rayuela” de Julio Cortázar se leen, estudian, analizan y –muchas veces- reeditan con la intención de transformarlos en clásicos.
La importancia de emplear un criterio propio
¿Cuál es la solución a esta encrucijada? ¿Es posible que todos nos pongamos de acuerdo acerca de a cuáles libros debemos llamar "clásicos" y a cuáles no? En lo personal, creo que la respuesta es firmemente negativa. Al menos, no es posible hacerlo de manera objetiva. Cada quien tendrá su criterio –algunos más aceptados y validados por la academia o el público que otros- y deberá decidir qué tan amplio o reducido es su concepto de "Clásico".
Mi clasificación
Dado que mi blog se centra fundamentalmente en el análisis y la reseña de los "clásicos literarios", me gustaría compartirte el criterio que utilizo para establecer si un libro forma parte de dicho conjunto. La mayoría de estas categorías pueden ser resumidas bajo la palabra "clásico", pero me sirven para establecer un orden cronológico y mental que permite un análisis más detallado.
1. Clásico Antiguo
Denomino así a toda obra literaria de la época de esplendor de la Grecia y Roma antiguas. Fue el período de la epopeya en verso, los poemas épicos y los mitos fantásticos de carácter religioso. Obras como "La Odisea" y "La Ilíada" estarían incluidas en esta categoría. No incluyo, por ejemplo, a la mayoría de los textos del Antiguo Egipto, dado que se trata de obras de traducción muy reciente y cuya influencia literaria es tenue o nula en la mayoría de los casos.
2. Clásico Medieval
Me refiero con esta frase a toda obra literaria escrita aproximadamente entre el siglo V y el XIV. Distingo este período por su peculiaridad –tanto estilística como temática- y porque la autoría y conservación intacta de sus obras es constantemente puesta en duda. Relatos orales como "Rapunzel" o "Hansel y Gretel", los "Cuentos de Canterbury" y el "Decamerón" de Bocaccio están incluidos en esta categoría.
3. Clásico
En este caso, utilizo el término así, a secas, para hablar de piezas literarias escritas desde mediados del 1500 hasta fines del 1800 (a veces incluyo obras de la primera década del 1900 en esta categoría). Uso esta denominación porque es la misma que se utiliza en el análisis musical (“Período de práctica común” es otra alternativa menos frecuente para referirse a lo que popularmente se conoce como "música clásica" y que involucra a toda pieza publicada entre las fechas antes mencionadas). Agruparlos así nos ayuda a describir una época de estructuración estética y formal que trajo aparejado el desarrollo de los romances, la novela, la literatura gótica y la poesía en verso. Es el mismo período al que la mayoría de la gente se refiere cuando habla de “clásico”. "Don Quijote", "Jane Eyre", "El Conde de Montecristo" y "Los Miserables" estarían incluidos en esta categoría.
4. Clásico Moderno
Para mí, un "clásico moderno" es una obra publicada entre 1910 y 1960 que todavía se edita y se lee con regularidad. Se trató de un momento de explosión del modernismo y de las vanguardias, de la desestructuración del lenguaje y del cuestionamiento a las reglas preestablecidas. Se caracterizó por el auge de la literatura experimental en todas sus facetas. Muchas editoriales, como Penguin y Planeta, constantemente sacan colecciones de “Clasicos Modernos” seleccionando títulos de dicho período. "El Gran Gatsby", "El Guardián entre el Centeno", "La Montaña Mágica" y "Matar a un Ruiseñor" estarían incluidos en esta categoría.
5. Literatura Contemporánea
Aquí ya estamos fuera de la clasificación, porque nos estaríamos refiriendo a todo lo escrito desde 1970 hasta nuestros días. Esta categoría de libros es demasiado reciente para incluirla dentro de los clásicos porque a) muchos de sus autores siguen vivos y b) la influencia literaria y estética de dichas obras se encuentra en un proceso de construcción todavía a ser desarrollado. Dado que estamos en pleno apogeo de esta literatura, su longevidad y su impacto deberán ser determinados cuando contemos con una mayor distancia temporal.
Espero que este artículo te haya sido útil. ¿Qué libros incluís en la categoría de clásicos? ¿A cuáles dejás afuera de la lista? Contame en los comentarios :)
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