Como fan de los clásicos que soy, estoy acostumbrado a leer literatura de siglos pasados. Las novelas del siglo XIX guardan un lugar especial en mi corazón (especialmente aquellas de origen europeo, tanto inglesas como francesas, rusas y alemanas). Sin embargo, he notado que poco se discute en las redes sociales acerca de los clásicos del siglo XVIII y casi no he visto en ellas recomendaciones de libros de dicho período.
Quizás tenga que ver con un prejuicio latente hacia la literatura de la época o con la concepción errónea de que los libros de este siglo han quedado anticuados, son ilegibles o no tienen mucho interés para los lectores actuales. Por eso mismo, he decidido corregir tales ideas recomendando seis novelas del siglo XVIII que valen la pena. Quizás encuentres entre ellas a tu próximo clásico favorito.
Características de la literatura del siglo XVIII
El llamado Siglo de las luces, esplendor del neoclasicismo y de las ideas de la Ilustración, fue también el auge de la sátira política, de la novela de ideas y de la ficción de tipo picaresca. El mundo estaba atravesando una profunda transición que se vio reflejada en las obras del momento.
Era muy común que los escritores publicaran libros de ficción como respuesta a otras historias, o como crítica a las ideas que intentaba popularizar algún escritor contemporáneo. Esta característica interactiva y conversatoria entre las distintas obras narrativas evidencia que la lectura era un pasatiempo de élite destinado a un grupo reducido dentro de la sociedad. Se esperaba que el lector de dichas piezas estuviera versado en una gran variedad de autores y que reconociera de manera intuitiva las referencias que los escritores ponían en sus libros.
Dado que las sociedades estaban viviendo un tumultuoso período de revoluciones y cambios radicales, la literatura intentaba reflejar el espíritu de dichas convulsiones, la caída del estatus social (experiencia cada vez más común entre la nobleza europea de la época), la curiosidad geográfica producto de la expansión colonial y la comparación entre el estado natural del hombre y su versión civilizada. Con el cuestionamiento definitivo al poderío de la Iglesia, entró en auge la novela libertina, cuya popularidad se extendió por todo el continente europeo. También aparecieron la novela epistolar, la novela sentimental, la novela gótica y la novela de aventuras.
6 novelas del siglo XVIII que valen la pena
1. Clarissa, o la historia de una joven dama - Samuel Richardson (1748)
A pesar de que Samuel Richardson ya había ganado notoria fama con su best-seller Pamela (ampliamente parodiado y criticado en su época), se suele considerar a Clarissa como su mejor obra literaria. En la tradición típica de la Ilustración de la novela de enseñanza -que buscaba transmitir los valores del autor al ámbito personal del lector-, Clarissa nos ejemplifica cómo el deseo de poder y el dinero son capces de destruir la vida de una persona. La joven Clarissa Harlowe proviene de una familia que ha adquirido riquezas recientemente, y cuya preocupación por el mantenimiento del dinero y el estatus alimentarán la idea de forzarla a un matrimonio arreglado. Clarissa se resiste a dicho destino, buscando la protección de un aristócrata que despierta la desaprobación de sus padres. Sin embargo, las falsas promesas de matrimonio de éste, junto a sus inescrupulosos avances sexuales, pondrán a Clarissa en un predicamento difícil y vertiginoso.
Considerada una de las novelas más extensas jamás escritas en lengua inglesa, Clarissa se construye con fragmentos de cartas que retratan la psicología conflictuada de uno de los personajes literarios más interesantes concebidos durante el siglo XVIII.
2. Las amistades peligrosas - Choderlos de Laclos (1782)
Quizás mi favorito de esta lista, Las amistades peligrosas de Choderlos de Laclos ejemplifica que una buena obra literaria permanecerá vigente sin importar en el siglo que sea leída. Al igual que Clarissa, es una novela epistolar que se constituye de cartas entre dos personajes libertinos de la aristocracia francesa: la marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont. Estos dos sujetos, ex-amantes convertidos en rivales, buscan destruirse mutuamente a través de una serie de complots de seducción, engaños y manipulaciones que involucran tanto a su círculo íntimo como a respetables miembros de la nobleza local.
Reconocida como una de las obras maestras de la literatura francesa, Las amistades peligrosas nos lleva a los rincones más oscuros del alma humana, enseñándonos cómo la obsesión con la superficialidad y el placer pueden tener consecuencias muy profundas en nuestras vidas. Escrito con una intensidad emocional que preanuncia el surgimiento del movimiento romántico, este libro fue concebido con el único propósito de "hacer ruido y permanecer en esta Tierra" luego de la muerte de su autor. Y, en ese sentido, cumplió al pie de la letra con su intención.
3. La vida y las opiniones de Tristam Shandy, caballero - Laurence Sterne (1759)
Inspirada por Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, Tristam Shandy de Laurence Sterne es un vívido relato que se convirtió en clásico debido a su estilo singular y su cómica rebeldía frente a los cánones literarios del momento. Siendo uno de los más tempranos ejemplos de marketing literario, la novela es una extensa obra de naturaleza experimental, cuyo único propósito es ensalzar con intriga a su protagonista. Es, en esencia, la autobiografía ficcional y compleja de un hombre sin una vida destacable. Como lo sugiere el título, la novela intenta ser una narración de la vida de su autor, pero el chiste detrás de ella es que éste es incapaz de explicar nada de manera sencilla, por lo que debe desviarse por tangentes y hechos secundarios que lo distraen de lo que quería explicar. Es por eso que no llegamos al nacimiento del protagonista hasta el tercer volumen del libro.
Gran parte de la historia transcurre entre conflictos y malentendidos domésticos, oponiendo los temperamentos de Walter y el Tío Toby, personajes que mantienen nuestro interés en la historia. Además, nos habla de los padres del protagonista e ilustra escenas de su niñez. Entre cada evento, Tristam -el narrador- se explaya acerca de la naturaleza de las diversas prácticas sexuales, los insultos, los nombres, la guerra, la filosofía y la influencia de las narices en la vida social. Hacia el final del libro, el narrador ha sido totalmente incapaz de contar nada de substancia acerca de su propia vida, habiéndonos sumergido más en sus opiniones que en su biografía.
Tristam Shandy es una pieza literaria muy especial porque es la primera instancia reconocible de lo que luego se convertiría en el "flujo de conciencia", sirviendo de inspiración directa para las novelas de Virginia Woolf.
4. Cándido, o el optimismo - Voltaire (1759)
Durante el siglo XVII, el filósofo alemán Gottfried Wilhelm von Leibniz se hizo famoso por su llamada "filosofía del optimismo", una postura teológica y filosófica que intentaba justificar las imperfecciones del mundo con la idea de que éstas son el punto "óptimo entre todos los mundos posibles". Bajo dicha postura, Dios no habría creado nunca un mundo imperfecto si él conociera la posibilidad de una existencia mejor. Por lo tanto, los defectos que existen en el mundo son el mejor escenario posible para cada ser humano. Dado que estas ideas eran absurdas -incluso para la época-, muchos autores se decidieron a cuestionarlas y debatirlas.
Sin embargo, no hubo mejor refutación para ellas que la novela satírica titulada "Cándido o el optimismo" de Voltaire -para muchos, el magnum ópus del autor-. En ella, Voltaire nos cuenta los pormenores de la vida de un joven aristócrata llamado Cándido, que viene al mundo en un hogar de lujos paradisíacos y es adoctrinado por su mentor -el profesor Pangloss- en las ideas del optimismo de Leibniz. Gran parte de la narración sigue el interés romántico de Cándido por una joven llamada Cunegunda, quien rápidamente se convierte en el amor de su vida. Sin embargo, el pobre muchacho es sometido a una serie de duras pruebas de difícil resolución, que lo harán sufrir el desamor, la guerra, el exilio, el secuestro, la tortura, los desastres naturales, la malicia humana y el dolor emocional. Hacia el final del libro, Cándido empezará a desilusionarse con la vida y con la idea de que éste es "el mejor de todos los mundos posibles".
La narración es intensa, rápida -quizás tan vertiginosa que marea- y está plagada por un tono de comedia que la vuelve muy ligera de leer. No sólo sirve como sátira del optimismo de Leibniz, sino que también parodia todos los clichés de la novela de aventura, las historias de romance y la novela picaresca; además de criticar a la Iglesia, al Gobierno, a la religión organizada, a los filósofos y a sus filosofías.
5. Evelina, o la historia de la entrada al mundo de una joven dama - Fanny Burney (1778)
Otra novela epistolar de gran éxito europeo, Evelina de Frances "Fanny" Burney, nos cuenta la historia de la hija ilegítima de un aristócrata inglés que fue criada en el aislamiento rural hasta cumplir los diecisiete años. Luego de una serie de cómicos eventos, la muchacha se verá inmiscuida en la alta sociedad inglesa del momento, en la que conocerá a un notable caballero con quien entablará una relación romántica. La belleza y el estatus social ambiguo de Evelina despertarán el interés de todos y, a la vez, una serie de especulaciones poco felices acerca de ella. La falta de modales y de cultura refinada la dejarán vulnerable al ridículo y a las habladurías de los nobles que la rodean. La historia nos presenta un reflejo de los males sociales del momento, de las actitudes hipócritas de la aristocracia y de los efectos de la educación en el desarrollo de las personas.
Evelina es, quizás, el mejor ejemplo de la "novela sentimental", género que buscaba generar una respuesta emocional en el lector, y sirvió como precursor del romanticismo temprano. Al mismo tiempo, es un ataque satírico contra el nuevo consumismo que trajo la Revolución Industrial y una exploración de la posición de la mujer en la sociedad londinense de fines del siglo XVIII.
6. Moll Flanders - Daniel Defoe (1722)
Publicada durante su período de madurez como escritor, Moll Flanders es una de las más logradas obras literarias de Daniel Defoe. Se trata de una novela picaresca que sigue las aventuras de una mujer lujuriosa e intransigente que intenta abrirse paso entre la sociedad inglesa del siglo XVIII. Narrada como una autobiografía, la historia comienza con el nacimiento en prisión de la joven Moll, y explora sus años de prostitución, hurto y engaños que la conducen a un espiral de contradicciones que involucran seis matrimonios y numerosos hijos -reconocidos y no reconocidos-. Eventualmente, presenciaremos la desintegración moral de Moll, luego de una larga vida de intenso melodrama.
Esta novela posee una gran relevancia histórica, ya que se atrevió a cuestionar los roles de género de la mano de uno de los escritores más populares, sirviendo como modelo femenino de relaciones y amistades que no se conformaban a las normas sociales de su tiempo. A su vez, contribuyó al empoderamiento femenino que luego elaborarían muchas escritoras feministas del siglo XVIII, ya que nos muestra a las mujeres como creadoras de su propia fortuna y capaces de pasar de la pobreza a la riqueza por sus propios medios.
Espero que esta lista te haya sido útil. ¿Cuáles son tus novelas preferidas del siglo XVIII? Contame en los comentarios :)
- SOBRE EL AUTOR
Muy buenas opciones. Tengo pendiente Las amistades peligrosas, y me llama mucho la atención el de Voltaire.
ResponderBorrarGracias. A mí, personalmente, el de Voltaire me hizo reír muchísimo. Y el de Laclos es uno de los mejores jamás escritos.
BorrarUn abrazo!