Con la inmensa cantidad de libros que se publican anualmente, saturando las vidrieras de las librerías y habitando en los estantes de nuestras bibliotecas, es justo reconocer que una buena cantidad de ellos se componen de obras de ficción. ¿Cuál es entonces la atracción que ejerce sobre nosotros la literatura? ¿Cuál es la importancia de consumirla para nuestro día a día? ¿Por qué dedicamos tanto tiempo a explorar historias escritas por personas que no conocemos? Personalmente, me gustaría ofrecer una respuesta a estos interrogantes.
La literatura, por definición, es el arte de la expresión escrita. Pero, en un sentido más restringido, designa a todo escrito de carácter creativo e imaginativo que conserva cierto valor artístico. Es quizás la categoría más amplia que existe de la escritura y, para muchos de nosotros, una rica fuente de inspiración a la que dedicamos muchas horas de nuestro tiempo.
En mi opinión, la literatura es uno de los núcleos de reflexión de la vida. Pone énfasis en diversas experiencias de la condición humana: la tragedia, el amor, la complejidad de la existencia, etc. Y lo hace en palabras que luego cobrarán vida en la imaginación de nuestras mentes. Nos permite ver el mundo a través de los lentes ajenos, caminar en zapatos de otros, expandir nuestro horizonte –a veces incluso abrirnos los ojos a situaciones que nos eran desconocidas- y descubrir cómo es el mundo más allá de nuestro entorno o circunstancias.
A través de obras literarias, podemos explorar épocas del pasado, conocer los pensamientos de sociedades desaparecidas, recuperar costumbres olvidadas, y saciar nuestra curiosidad sobre el “cómo habría sido” de muchísimos escenarios. Un escritor talentoso es capaz de analizar y reconstruir eventos históricos, considerar las lecciones que éstos nos imparten y proveer nuevas interpretaciones desde originales perspectivas.
Una buena pieza de literatura también nos permite proyectar hacia el futuro, analizar las consecuencias de posibles decisiones y profetizar un mundo utópico o distópico en base a ideas y principios específicos. También nos ayuda a observar nuestras sociedades actuales con ojos más críticos y entender mejor los problemas que las aquejan.
Una de las consecuencias de leer literatura es el desarrollo del pensamiento crítico: aprender a leer entre líneas, hacer conexiones conceptuales, interpretar simbolismos o metáforas, encontrar temas y leivmotifs, y aprender a comprender infinitos tipos de personajes. Un lector ávido que siempre está con un libro en la mano desarrollará estas habilidades y será capaz de encontrar la profundidad, el detalle y los significados escondidos detrás de la comunicación que lo rodea.
La lectura rutinaria de obras de ficción mejora nuestras capacidades lingüísticas, nos obliga a expresarnos con mayor lucidez, amplía nuestro vocabulario y logra que escribamos con mayor experticia. Es a través de los libros, particularmente aquellos que ponen énfasis en la belleza y orfebrería en la construcción de su lenguaje, que aprenderemos a valorar el rol de las palabras en nuestras propias vidas.
Además de ayudarnos a pensar críticamente en el mundo que nos rodea, la literatura nos brinda herramientas para tomar mejores decisiones. Puede darnos lecciones de moral, servirnos como guía para practicar el bien y apreciar la importancia de las conexiones humanas. Toda obra literaria es un retrato de su autor, un perenne conflicto entre las emociones y el intelecto y un entramado que se teje entre la vida y la muerte. Y allí, en ese centro donde gravitan las experiencias personales de distintas índoles, podemos hallar un refugio donde ver representadas nuestras propias experiencias personales y adquirir aprendizajes sobre nuestro pasado, presente y futuro.
Por último, la literatura nos permite comprobar, a través de poemas, novelas y cuentos, que muchos de los problemas propios de la naturaleza humana han permanecido inmutables a lo largo de los siglos: la búsqueda del amor, las relaciones de poder, los miedos y dudas del éxito y el fracaso, la necesidad de amigos, la compasión y la empatía, la aceptación de las imperfecciones personales y la búsqueda de una solución a las injusticias del mundo. Por lo tanto, la literatura será siempre una inagotable fuente de inspiración humana.
Los libros son la ceremonia de pasaje y conservación de la civilización. Sin libros, la Historia es silenciosa. La literatura es uno de los elementos que nos definen como seres humanos. Y, por esa sencilla razón, nunca dejará de tener sentido sumergirse en su universo y sus miles de millones de páginas.
¿Qué es lo que te atrae de la literatura? ¿Cuáles son tus razones para leer libros de ficción? Contame en los comentarios :)
- SOBRE EL AUTOR
Hola Rodrigo, te saludo desde Colombia.
ResponderBorrarAl igual que tú soy una apasionada por la literatura. Te felicito por tu artículo, su contenido inspira para seguir leyendo autores con obras literarias maravillosas.
Y divulgar la lectura de la literatura, la mayoría de las personas no saben la increíble experiencia de leer ficción y lo que hace por nosotros. Muchas Gracias y mis mejores deseos para tu proyecto literario.
Hola María!
BorrarMuchas gracias por dejar tu comentario. Aprecio mucho tu valoración de mi trabajo y mi contenido. Me alegro de que te haya sido útil y que te haya servido de inspiración.
Un abrazo