Recientemente terminé de leer Alguien voló sobre el nido del cuco de Ken Kesey y no he parado de pensar en él desde entonces. Esta novela de mediados del siglo XX, ambientada en un hospital psiquiátrico de Oregon, constituye una lectura atractiva y desafiante que nos habla sobre el individuo y la manera en que éste es controlado por la sociedad. Fue adaptada al cine en 1975 en un film protagonizado por Jack Nicholson que ganó todas las categorías principales de los premios Oscars. Y, hasta el día de hoy, continúa siendo muy popular en los Estados Unidos.
¿De qué trata Alguien voló sobre el nido del cuco?
Está narrada en primera persona por el "jefe" Bromden, un hombre gigante de origen nativo americano, quien pretende ser sordomudo. Esto le permite pasar desapercibido entre los enfermos del pabellón que hablan libremente pensando que no puede escucharlos. La historia comienza con la llegada al hospital de un sujeto llamado Randle Patrick McMurphy, un psicópata que fingió locura para evitar ser condenado a la cárcel. Se trata de un sujeto carismático, que genera una gran disrupción entre los enfermos y busca a toda costa romper con el orden preestablecido en el hospital. Al mismo tiempo, serán vigilados de cerca por una "Gran enfermera", mujer sádica y tiránica de apellido Ratched, quien ejerce un control absoluto sobre el staff y los pacientes. A través de una sucesión de eventos que alentarán a los enfermos a rebelarse contra el sistema, el libro irá haciendo una crítica no sólo al sistema de salud mental de la época, sino también a la noción del control social sobre el individuo.
Una parodia del sistema de salud mental
Algo que me quedó muy claro de este libro desde el minuto uno en que comencé a leerlo es que se trata de una parodia ácida y melodramática de la medicalización en que habían caído las enfermedades mentales de la época (problema que continúa vigente en la actualidad, pero de un modo menos barbárico). Ken Kesey era partidario de la desinstitucionalización de los enfermos mentales, habiendo trabajado en un pabellón de salud mental y habiendo participado del proyecto MKUltra a través del consumo de drogas psicodélicas. Sus feroces descripciones de la terapia de electroshock, la lobotomía prefrontal y la violencia física como castigo hacia los pacientes contrastan con las pintorescas ilustraciones de los síntomas de las enfermedades mentales.
Ver: Las enfermedades mentales en mi novela Melodías Sepultadas
Artefactos narrativos
Si bien la prosa del autor no es muy elaborada, lo que me resultó más interesante del libro fue el uso que hace de un narrador no fiable. Porque Bromden sufre claramente de los signos de una creciente esquizofrenia. Vemos cómo se desarrollan en él la paranoia -está convencido de que la sociedad es controlada por un gran sistema mecánico que atraviesa con alambres a todas las personas-, las alucinaciones visuales -especialmente durante las horas del sueño- y la audición de sonidos de dudosa procedencia. A su vez, tenemos pacientes que son violentos, que están atrapados en una mentalidad infantil o que han perdido la capacidad de cuidarse a sí mismos. Y, si bien nada de esto es manifestado de forma explícita, las alusiones que Ken Kesey hace a sus padecimientos son extremadamente elocuentes.
Alguien voló sobre el nido del cuco nos ejemplifica un hospital donde la coerción, la manipulación, las restricciones físicas y las amenazas veladas detrás de palabras dulces son utilizadas como mecanismo de control. La Gran enfermera Ratched busca la sumisión absoluta del pabellón a sus caprichos personales, y no tiene reparos a la hora de violar los derechos humanos básicos de sus pacientes para conseguir ese objetivo. La manera en que se narra dicho escenario asemeja al hospital más a una prisión o una cámara de torturas que a un centro de asistencia psicológica. Y esto contribuye al espíritu de denuncia que el autor le imprime al libro.
Otros tremas que trata la novela
Existen otros temas que se discuten de manera secundaria: el racismo, la exclusión y la manera en que juzgamos falazmente a los demás. El protagonista del libro, el "jefe" Bromden, proviene de un asentamiento de indios nativos que, durante su niñez, debió ser evacuado para construir una represa hidroeléctrica. La brutalidad de esta escena, donde se representa la total indiferencia de la policía del condado hacia su comunidad, representa el racismo que Ken Kesey intentaba criticar. Hay otro personaje que está lidiando con una homosexualidad reprimida. También se nos presenta el sufrimiento de empleados negros que son tratados básicamente como esclavos. La discriminación, en todas sus formas, es examinada como tema secundario y, debo admitir que fue uno de mis elementos favoritos de la novela.
Mi opinión final
Disfruté mucho leyendo Alguien voló sobre el nido del cuco. Es una historia que por momentos es cruda, tierna, divertida, visceral y conmovedora. No se trata de una narración perfecta y ciertamente contiene sus fallas. Sin embargo, la sinceridad con que el autor nos introduce a sus personajes, el humor que invade cada página y la intensidad de las emociones que provoca en el lector lo convierten en un libro que merece ser leído. Sin dudas, está incluido entre mis recomendaciones.
¿Has leído Alguien voló sobre el nido del cuco? ¿Qué te pareció? ¿Leíste alguna otra novela de Ken Kesey? Contame en los comentarios :)
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