Hace poquito terminé de leer Los inconsolables de Kazuo Ishiguro. Si bien no se encuadra dentro de sus libros más conocidos, es uno de los más extensos y ha generado opiniones muy divididas respecto a su contenido y su estilo. En esencia, es una novela experimental -muy lograda en mi opinión- que no es particularmente accesible para el lector más casual. De hecho, la experiencia de lectura de este título es demasiado singular, muy distinta a la literatura a la que estoy acostumbrado.
¿Cuál es la historia detrás de Los inconsolables de Kazuo Ishiguro?
Los inconsolables nos presenta a un tal señor Ryder, pianista prodigioso de gran éxito proveniente de Gran Bretaña que visita una ciudad europea no especificada (aunque la misma posee ciertas cualidades alemanas) para dar un concierto en medio de su gira por Europa. Este recital, aparentemente, tiene una enorme importancia para los habitantes del lugar, a tal punto que consideran que de él dependen la felicidad, el futuro y la posible ruina de todos sus habitantes. La novela se desarrolla en el transcurso de tres días, iniciando con la llegada de Ryder a la ciudad y culminando la noche misma del concierto. Y en el transcurso de esos tres días tendrán lugar una sucesión de extraños acontecimientos que irán poniendo a prueba el entendimiento y la paciencia del lector.
Los inconsolables: Una obra sumamente experimental
Esta novela es un gran experimento de maleabilidad: del tiempo, del espacio, de la continuidad, de la identidad y del significado. Ishiguro la ha definido como "un gran sueño de ansiedad" y es la manera perfecta de catalogarla. Con la ansiedad se refiere a Ryder, un hombre que parece ser absolutamente inepto para tomar decisiones o imponerse ante la voluntad de los demás y que vive constantemente preocupado por los enredos en los que él mismo se involucra debido a su incapacidad de decir que no. Es, en esencia, la ansiedad personificada. Y su propio carácter es responsable de generar los problemas que lo abruman a la hora de cumplir con sus actividades.
En cuanto al "sueño", es quizás éste el elemento más importante que caracteriza a la novela. La narración se desarrolla en un estilo brumoso, fluido, donde todo lo que percibe el protagonista avanza constantemente sin una lógica definida. Justamente, está escrita con la lógica de un sueño. Por ejemplo, vemos que Ryder habla con uno de los empleados del hotel donde se está alojando y éste decide presentarle a su hija y a su nieto. Al entablar una conversación con ellos, Ryder va dándose cuenta de que en realidad se trata de su esposa y su hijo. En otro momento, Ryder se encuentra con extraños que resultan ser conocidos de su pasado u aspectos ocultos de su vida. Para tratarse de una ciudad a la que jamás ha visitado, todos parecen conocerlo íntimamente y él parece tener una historia personal con cada uno de sus habitantes. El concierto en sí mismo es uno al que nuestro protagonista no recuerda haber accedido nunca, y vaga por la ciudad tratando de cumplir con un itinerario que desconoce y que no le fue revelado al llegar a la misma. Y es plagado por las constantes interrupciones de individuos que le piden que se involucre en solucionar algún problema en sus vidas, la mayoría de carácter íntimo o existencial, que sería imposible resolver para un desconocido. Y estos retrasos permanentes van aumentando la ansiedad de Ryder respecto a un concierto del que nada sabe pero al que debe hacer frente.
La ruptura del espacio-tiempo
La espacialidad en esta novela es un poco problemática. Está construida con una lógica de sueño. En un momento, Ryder sube unas escaleras y de repente se encuentra en la cima de un cerro. En otro, entra en un armario de utileria y accede a una ventana donde se vislumbra el interior de una sala de conciertos, y decenas de personas detrás de él hacen fila para ver el recital a través del armario de escobas. Hay un instante en que el protagonista deja un restaurant y recorre kilómetros en auto para llegar a una estancia, y luego cruza una puerta de la misma y regresa al restaurant que había abandonado. Incluso hay una escena donde ingresa en una estación de servicio en plena noche para ver que las paredes se componen de las nubes del cielo en pleno día. Esta constante incongruencia de estilo y espacialidad contribuyen a la sensación de irrealidad que busca generar la novela.
Los episodios narrativos y las motivaciones detrás de los personajes se van volviendo más y más ridículos a medida que la historia avanza. Hay un elemento satírico, muy sutil, que cruza transversalmente a la ciudad y que contrasta con la seriedad con que son narrados los acontecimientos. Y esto nos lleva al problema fundamental que lo preocupa al propio Ryder: tiene que dar el concierto más importante de su vida y ni siquiera recuerda por qué es tan importante. Los personajes de este libro son más complejos de lo que se deja ver a simple vista y hay escenas que han quedado francamente grabadas en mi memoria.
Una multiplicidad de temas
Son muchos los temas que explora el autor: los recuerdos de la infancia, el aislamiento dentro de una comunidad, la presión constante del qué dirán, la confusión existencial del hombre y la profundidad innata de la cotidianeidad. Y, en mi opinión, el concierto de Ryder es una gran metáfora para las ansiedades que todos atravesamos respecto a nuestra propia existencia: la idea de que los seres humanos nos estamos preparando constantemente para un gran evento que, en algún momento, tendrá lugar en nuestras vidas. Cuál es ese evento, cómo llegaremos a abordarlo y cómo reaccionarán los demás ante él, son elementos primordiales que analiza este libro.
¿Recomiendo leerla?
Fue una novela que disfruté mucho en algunas secciones. En otras, me resultó altamente frustrante. Es un libro que nos demuestra nuevamente por qué Kazuo Ishiguro es tan admirado como escritor. No se trata de uno particularmente accesible. Muchos lo han comparado con la obra de Franz Kafka (especialmente con El proceso), pero considero que dicha comparación es muy superficial. Los inconsolables cuenta con una delicadeza de estilo, una historia atrapante y una intensidad emocional que están ausentes en la obra de Kafka. Y fue justamente lo que me motivó a terminarla, ya que se trata de una novela extensa -la más extensa escrita por Ishiguro hasta la fecha- y una que no constituye una lectura ligera. No la recomiendo para introducirse en la obra de este escritor, ni mucho menos la recomiendo para un lector casual. Sí la recomiendo para amantes de Ishiguro, de la ficción contemporánea y de la literatura experimental que quieran tener una experiencia de lectura distinta.
¿Han leído Los inconsolables? ¿Qué les ha parecido? Cuéntenme en los comentarios :)
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