Aún si sos un lector experimentado que ha consumido una cantidad importante de libros de ficción, tarde o temprano te encontrarás con una novela difícil de digerir. Sea por su temática, su lenguaje, los elementos de su trama o sus personajes, es probable que no te esté generando más que dolores de cabeza. Quizás ya vas por la mitad y tenés ganas de sacártela de encima, pero no te animás a abandonarla. Puede que la estés disfrutando hasta cierto punto, pero el ritmo lentísimo con el que la estás leyendo te resulta abrumador. En cualquier caso, aquí te dejo algunos tips que pueden ayudarte a progresar con semejante libro y con cualquier otra lectura difícil.
Conocé a tu propio enemigo.
Una pieza literaria puede convertirse muy rápidamente en un desafío. En algunos casos, se debe a la utilización de un lenguaje arcaico o a referencias que han quedado anacrónicas (tiende a ocurrir con los textos de la Antigüedad y del medioevo). En otros, puede deberse a ideas complejas y enrevesadas (sobre todo cuando nos presentan implicaciones políticas o filosóficas con las que no estamos familiarizados). También es posible que su estilo narrativo de vanguardia rompa con la cronología y las estructuras y esto te haya confundido (está de moda narrar los hechos de manera desordenada en la ficción postmodernista). Cualquiera sea la razón por la que te está costando leer, es importante que la identifiques. Así podrás decidir con mayor claridad qué acciones tomar para solucionar el problema.
Encontrá un sitio de lectura apropiado
Leer en un lugar cómodo y donde podás concentrarte es fundamental. Sea un escritorio, un sillón, una biblioteca, o la mesa de un café, es necesario que conozcas tus condiciones ideales para enfocarte en un libro difícil. Para algunos, un ambiente ruidoso y ajetreado es perfecto. Otros –me incluyo-, prefieren el silencio. Buscá lo que mejor se adapte a tus necesidades. Un ambiente poco propicio para la lectura transformará a aquellos libros difíciles en tomos completamente impenetrables.
Digerilo de a poco y no te atragantes
Date tu tiempo para asimilar la complejidad del lenguaje o los pasajes descriptivos que te están abrumando. Si te ponés a leer párrafos densos y complejos a las corridas, lo más probable es que pierdas el hilo de la lectura y te quedes a medias. Tomá la narración en pequeños sorbos y saboreá cada dosis con la calma requerida.
Empezá con textos adyacentes del mismo período
Esto es crucial si la lectura se te complicó debido a tu falta de familiaridad con una determinada era histórica y sus respectivas costumbres. Por ejemplo, si nunca leíste literatura del siglo XIX, es posible que obligarte a leer Los Miserables termine siendo un error de cálculo. Quizás empezando por otras obras más sencillas del mismo período puedas mojarte de a poquito los pies con el estilo literario de la época. Un cuento de Navidad de Charles Dickens o los Cuentos de Edgar Allan Poe serían lugares más apropiados donde empezar. Una novela como Capitanes Intrépidos de Rudyard Kipling es una introducción más leve en la literatura marítima de aventuras que el inmenso Moby Dick de Hermann Mellville. Lo mismo ocurre con cualquier otro género, estilo o tema. Familiarizarte con la temática con lecturas más suaves puede ayudarte a salir del entuerto.
Tomate pausas, pero no demasiadas
Si el libro te resulta demasiado abrumador, dejá de leerlo por un instante. Tomate un tiempito para organizar tus ideas en relación a la novela y luego regresá con la cabeza más descansada. Sin embargo, no te ausentes demasiado de tu lectura. Puede resultar tentador postergar el retorno indefinidamente, pero si te tomás una pausa demasiado larga te olvidarás de lo que ya leíste y de los detalles claves que necesitás para comprender el texto.
Hacele una autopsia
Luego de terminar la lectura –particularmente si se trata de un clásico- sería bueno que te hicieras algunas preguntas respecto a lo que leíste. Comprender y saber apreciar un buen libro requiere de un trabajo de reflexión individual. Discutirlo con otras personas, a veces en clubes de lectura, también ayuda mucho. A veces, una novela no termina de hacer "click" en nuestra mente hasta que le dedicamos un espacio de meditación que nos permita asimilar mejor sus ideas.
Estos fueron algunos de mis tips. Espero que te hayan sido útiles. ¿Cuáles fueron los libros que más te costó leer? ¿Cuál fue el libro más denso que terminaste? ¿Cuáles fueron tus estrategias para abordar las novelas más difíciles que se cruzaron en tu camino? Contame en los comentarios :)
- SOBRE EL AUTOR
Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.
El que más me costó fue Los Miserables🤭 sé que es de tus favoritos, pero hubo partes que se me hicieron densas. Usé mi tip particular, leo cada día cierta cantidad de páginas y sigo a la par con otros libros más livianos.
ResponderBorrarEspecialmente los dos anexos (que en algunas ediciones los incluyen) son un poco densos de leer, aquellos que hablan sobre las cloacas de París y Napoleón. De todos modos, disfruté muchísimo de la lectura
BorrarUn abrazo